viernes, 21 de abril de 2017

Mala paga


Es fácil establecer que la situación económica en nuestro país y en muchos de América latina no es la mejor, eso ha hecho que muchas personas se acomoden a un estilo de vida, en el cual la mayoría se encuentra insatisfecha y  se intenta mejorar y muchas veces superar. 
Es natural, que todo sacrificio traiga  sus recompensas para aquel que trabaja duro; adquirir sus cosas poco a poco, mejorar su nivel de ingresos y por consiguiente su nivel de vida, todo eso acompañado de una buena planificación.
Algunas otras personas quieren andar un poco más rápido, para aparentar o se dejan arrastrar por el consumismo; ahí es donde comienzan a endeudarse y a recurrir a préstamos innecesarios para tratar de impresionar a  gente que muchas veces  no le importamos.
El extremo llega: “ser feliz por un día”, cuando recibe el dinero e infeliz todos los días hasta que logres culminar con el pago del mismo. Los bancos y/o acreedores se vuelven insistentes, cobran en las mañanas, en el almuerzo, en las noches y hasta los domingos.
En cierta ocasión un cliente acude a una entidad, después que le han  hechos varios requerimientos para que cancelara el saldo adeudado, este manifiesta la crisis por la que viene atravesando, pero no da señales de querer pagar o refinanciar la deuda, a lo cual la invitan a que llegue a un acuerdo y este dice: “por qué me cobran si yo vengo a dar la cara”, la respuesta no se hizo esperar ¨no se trata de dar la cara, si no de pagar¨.
Si no nos gusta, que nos cobren los bancos, ni los paga diarios, debemos pensar bien antes de endeudarnos, planificar es la palabra clave y tener una buena educación financiera, de ésta manera ir creciendo seguro y sin preocupaciones, para después no echarle la culpa de nuestros errores, a la familia, al país y hasta el presidente.
Como consuelo y para tranquilidad suya diga que: usted no es  mala paga, sino que paga mal, que no es lo mismo.



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