En mi transitar por los departamentos de la
Costa Atlántica, he conocido personas
especiales y el paso del tiempo ha llegado a unirme con fraternal cariño; debo destacar entonces el profundo pesar que me ha causado su partida de este mundo terrenal.
Viene
entonces a mi mente anécdotas que en su momento me hicieron reconocer lo
agradable que es la vida en los pueblos.
El
señor JOSE DEL CARMEN RUIZ, un señor
de unos 70 años cuando lo conocí, se ufanaba en tener una de las letras más
bonita de su pueblo, su caligrafía era impecable, ya que fue hijo de la maestra
del pueblo.
Cierta
tarde estando yo de visita en su tierra, nos encontramos en el parque como a
las cuatro de la tarde, me invitó a tomar una botella de Ron pero para el día siguiente temprano, porque
para él ya era muy tarde.
Efectivamente
llegó temprano a la cita, eran las 6:00 de la mañana, cuando se presentó con
sus dos botellas de Ron Blanco listo para vaciarlas, acompañados de unos buenos
Porros, le dije para mi temprano es como a las 11:00.
Lo
que yo no sabía era que tenía recursos suficientes, hasta que llegara la tarde
e irse a dormir, ya que había vendido una vaca y la mitad de vaca, la destinó
para tomársela conmigo y por eso entre sus amigos le decían “media vaca”.
Otro
recuerdo me viene por el lado de Carito, un muchachito de unos 14 años que hacía
parte un grupo folclórico que siempre iba acompañado de unas parejas de
cumbiamberos, que todos los sábados hacían una presentación de sus talentos
para unos niños excursionistas de Bogotá.
Como
todo joven inquieto, se las ingeniaba para coquetear con las niñas visitantes,
pedirles el nombre para poder regresar más tarde. El lugar era cerrado y con
vigilantes, pero se las inventa para vulnerar el cerco. Bien decía Doña Elvira
“ahí viene Carito” cuiden a las niñas.
Al
llegar nuevamente a esa tierra y al preguntar por ese niño travieso, me
comentaron de su muerte a los 21 años, sentí un profundo pesar y con su familia
comenzamos a evocar situaciones vividas con aquel niño.
Como
siempre lo conocí por Carito, surgió el interrogante de por qué le decían
así, su tía comentó que pequeño se
enfermaba mucho, lo tenían que llevar al médico y comprar medicamentos caros. Todos en la familia le decían: este niño es Carito y así
quedó.
Por: Giovanny Ferrer Castillo
Colaborador
Bueno le quedaron muy buenos recuerdos, y así lo debe recordar con alegría
ResponderEliminar