En su
aniversario de bodas, me contaba un amigo de su experiencia matrimonial, empezó
diciendo que el inicio era maravilloso,
es ese hilo delgado del tiempo
transcurrido entre el noviazgo y la vida de pareja, en donde se respira y se
visualiza una existencia plena al lado del ser amado.
En
esta nueva etapa de casamiento, de convivencia, donde juntos debemos fortalecer: lo romántico, lo
espiritual, la familia y lo material como una meta de vida, se hacía necesario
que ambos pusiéramos nuestro mayor
esfuerzo para conseguirlo.
Cuando
esta relación pasó a tablero para su evaluación, analizamos que de las metas fijadas, algunas quedaron en el tintero:
como la confianza, la cual se fue extinguiendo. Comenzaron a surgir los celos,
que carcome todo, benditos celos: con los amigos, con las mujeres y con todo el
mundo.
La
situación se volvió incómoda e insoportable me decía, cuando iba a trabajar me
controlaba el tiempo, revisaba mi ropa, no desaprovechó alguna oportunidad para
revisar mi celular y las conversaciones
en whatsapp y hasta se alteraba cuando me llamaban. Intentamos conciliar las
diferencias que existían, le preguntaba por qué vives desconfiada?, si todo se
lo he dado, a lo que respondía que era para cuidarme.
Cuando
hablamos sobre los espacios, entendía que cada uno tiene un lugar que debe
respetarse para disfrutar con sus amigos, estaba de acuerdo y es bueno cuando
ella lo toma, pero si es uno quien sale un sábado o domingo con los amigos,
salen las frases como disfruta “tu libertad” con esa mujer, como si uno tuviera
plata, tiempo y cuerpo para tanto.
Hoy
te quiero confesar amigo, que me siento preso. La
justicia colombiana ha condenado a algunos inocentes a pagar largas condenas,
por algún delito por los cuales fueron señalados.En
mi caso al parecer mi esposa dictó sentencia y purgaré una condena sin saber
porque. Desde mi hogar que es mi celda, trataré de llevar una sana armonía,
porque sé que hay otros que tienen una situación igual a la mía, no soy el
único y cuando me toque salir al sol, de seguro sonreiré.
Por: Giovanny Ferrer C.
Colaborador
asi es preso y sin sentencia ni perdón,la desconfianza solo basta un acto para generarla y quien sabe cuantos se necesitaran para recuperarla....
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