martes, 13 de junio de 2017

El Preso

En su aniversario de bodas, me contaba un amigo de su experiencia matrimonial, empezó diciendo que el  inicio era maravilloso, es  ese hilo delgado del tiempo transcurrido entre el noviazgo y la vida de pareja, en donde se respira y se visualiza una existencia plena al lado del ser amado.

En esta nueva etapa de casamiento, de convivencia, donde juntos  debemos fortalecer: lo romántico, lo espiritual, la familia y lo material como una meta de vida, se hacía necesario que  ambos pusiéramos nuestro mayor esfuerzo para conseguirlo.
Cuando esta relación pasó a tablero para su evaluación, analizamos que de las  metas fijadas, algunas quedaron en el tintero: como la confianza, la cual se fue extinguiendo. Comenzaron a surgir los celos, que carcome todo, benditos celos: con los amigos, con las mujeres y con todo el mundo. 
La situación se volvió incómoda e insoportable me decía, cuando iba a trabajar me controlaba el tiempo, revisaba mi ropa, no desaprovechó alguna oportunidad para revisar  mi celular y las conversaciones en whatsapp y hasta se alteraba cuando me llamaban. Intentamos conciliar las diferencias que existían, le preguntaba por qué vives desconfiada?, si todo se lo he dado, a lo que respondía que era para cuidarme.
Cuando hablamos sobre los espacios, entendía que cada uno tiene un lugar que debe respetarse para disfrutar con sus amigos, estaba de acuerdo y es bueno cuando ella lo toma, pero si es uno quien sale un sábado o domingo con los amigos, salen las frases como disfruta “tu libertad” con esa mujer, como si uno tuviera plata, tiempo y cuerpo para tanto.
Hoy te quiero confesar amigo, que me siento preso. La justicia colombiana ha condenado a algunos inocentes a pagar largas condenas, por algún delito por los cuales fueron señalados.En mi caso al parecer mi esposa dictó sentencia y purgaré una condena sin saber porque. Desde mi hogar que es mi celda, trataré de llevar una sana armonía, porque sé que hay otros que tienen una situación igual a la mía, no soy el único y cuando me toque salir al sol, de seguro sonreiré. 

Por: Giovanny Ferrer C.
       Colaborador

1 comentario:

  1. asi es preso y sin sentencia ni perdón,la desconfianza solo basta un acto para generarla y quien sabe cuantos se necesitaran para recuperarla....

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