viernes, 10 de febrero de 2017

Entre compadres

En una mañana hermosa con el cielo despejado y con bastantes nubes blancas que parecían unas almohadas, me sorprendió ver una nube negra en medio de todas, a lo cual exclamé que extraño!.

Después de inspeccionar las labores diarias del campo, decidí regresar. Ensimismado en mis pensamientos, subiendo una loma, escuche cuando me dijeron compadre, nuevamente lo hicieron, esta vez un poco más fuerte, detuve mi marcha y en unos minutos se me acercó una mujer, era mi comadre.

Después de un breve saludo, la note nerviosa, más bien iracunda, le pregunté: ¿qué le pasa?

       -Respondió enseguida, su compadre ahora se cree un chupaflor enamorador, pero lo voy a matar!!!... me acaban de decir que está ahora mismito con una mujer. Por favor compadre lléveme, lléveme.

    Me rasque la cabeza, en que  me metí pensé, bueno comadre móntese, yo la llevo a ese lugar, pero no vaya a matar a mi compadre, porque me mete en un lío.

-      - Lo mato,  juro que lo mato.

Encendí el carro, tome el camino más largo para llegar allá y en una tienda cercana la invite a un refresco, a regañadientes lo aceptó, miraba el reloj.

-       -Cuando llegaremos, decía

Al tomarse la bebida, sentí que se calmó un poco, seguimos el camino, lo hacía lentamente como intentando no llegar. Al llegar al sitio, rápidamente se bajó del carro e inspeccionó el lugar, como perro buscando su presa, pero no encontró nada, mi compadre se había ido.

Yo se lo había dicho a mi compadre, después que cambio de status y comenzaron a quedarle unos pesitos. “Ahorre” le insistí, pero no me hizo caso; se desordenó, la tentación número uno las Mujeres, lo atrapó.

Mi comadre vociferó, se encolerizó y no sé porque razón sentí unos dardos en mi cuerpo cada vez que habla, parecieran que fueran dirigidos a mí.
Entendí al instante mi presentimiento que si hubiese visto más nubes negras, el de esa situación fuese yo, porque también soy así.



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