miércoles, 1 de marzo de 2017

Mi pensamiento siempre aqui!!!!

Edgardo Ramón Puertas,
Barranquillero residenciado en Venezuela.
El barranquillero que le toca emigrar a otros países en busca de oportunidades laborales, o que va detrás del sueño americano, lleva como objetivo ser valorado; con el enganche en un trabajo, empiezan su vida productiva en el país de destino y cuando tienen una cierta estabilidad, comienza a enviar recursos para su país, para su familia y para tener unos ahorros, porque la meta al final es algún día regresar y morir de viejo en su tierra.   
A los países donde van se someten a sus reglas y se logran adaptar, a pesar que se dice que el costeño es desordenado y bullero.

El barranquillero tiene dos fechas especiales para regresar a su tierra, fin de año y  Carnavales, ésta última es la preferida por muchos, sienten su identidad y dan rienda suelta a su idiosincrasia.
Algunos  visitantes extranjeros que llegan a nuestra ciudad  con el fin de conocer su cultura y cómo la viven, vienen  invitados o por lo que dijo algún amigo o compañero de trabajo de estas tierras; al preguntársele por esa curiosidad responden que es la forma de ser “alegre y descomplicada de vivir la vida” con ese sabor costeño que tanta fama tiene.

Al llegar algunos amigos y familiares que estaban en el extranjero (E.U, España, Canadá y Venezuela), los reencuentros son inevitables, compartimos lugares y actividades en común.
Durante todo este tiempo, me convertí en un observador casi empedernido de cada uno de ellos, algunos con más tiempo que otros por fuera de la ciudad, pero todos coincidían en algo, que sabían todos los detalle de la ciudad, hasta a veces creo que están más informados de las cosas que yo, que vivo aquí. Hablaban del Junior, de la programación del carnaval, de las obras que se están haciendo en la ciudad, de política, de los chismes del barrio, de las emisoras locales, de todo saben.
Después de gozar los Carnavales, visitar a sus familias y estar en la ciudad de sus sueños, cada uno debe regresar a la ciudad que ahora los acoge, pero yo me preguntaba extrañado como están al tanto de las cosas que pasan a diario aquí?. Aplicando mi inteligencia social logré que individualmente cada uno me descifrara el misterio, es que mi cuerpo está allá, pero mi mente siempre está aquí. Por cosas del destino les toca estar lejos de su patria, se convierten en  embajadores mostrando las cosas bellas de su tierra. 



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