sábado, 23 de septiembre de 2017

Un príncipe no tan azul

Toda mujer desde muy niña idealiza encontrar su pareja soñada, el hombre perfecto con quien compartir sus días y sus metas juntos.  Muchas veces se vuelven intransigentes y rigurosas para su elección,   casi que exigen un  príncipe azul, pero cuando les llega les parece  muy oscuro o muy clarito.
Bien me decía Evelio, las mujeres quieren buscar a los hombres con una lámpara, búsquenlo con un mechón para ver si así lo encuentran como ellas lo anhelan,  en referencia a las exigencias que colocan para conseguir a su pretendiente.

Transcurrido un tiempo, inexorable tiempo que no perdona si no elige, les toca embarcarse en el primer tren que pase agarrando lo primero que se le atraviese por miedo a la soledad.

Similar a la historia de la mujer que estaba en la playa  y se encontró un saquito con muchas piedras,  en su andar quejumbroso fue arrojándolas  una a una al mar, al llegar a su casa solo le quedaba una, la cual comenzó a detallarla y  se dio cuenta que eran diamantes, quiso recogerlas pero ya las olas las había arrastrado. Las cosas las tenemos en nuestras manos y no las apreciamos, muchas veces las desechamos o las botamos.
Cuando lo tenga a su lado analícelo, es una persona de carne y hueso, con virtudes y defectos como cualquier otro, que no debe pensar, ni actuar como usted. La idea es que tengan puntos en común y se vuelva tu complemento, así llegarás al altar con un príncipe no tan azul… pero si uno real que te permita tener muchos momentos felices; mirándolo de esa manera te auguramos un noviazgo eterno.

Por: Giovanny Ferrer Castillo
       Colaborador


1 comentario: