En
una conversación que se dio en días pasados, escuchaba como un compañero de
trabajo se quejaba del trato que recibió por parte de una ex compañera de
labores cuando le fue a solicitar un favor; casi que ignorándolo, le mando a
decir que “no lo podía atender porque
estaba demasiada ocupada”.
Lo cual hasta puede ser entendible, pero ¿por
qué no lo citó para otro día? o ¿le envió su número de celular o el
número de su extensión en la oficina
para que la llamara más tarde? Viéndolo de esta manera resulta incomprensible.
No quiero imaginar si lo hace con alguien con quien compartió
durante años un espacio y objetivos comunes, ¿cómo será el trato hacia otra persona
que ni siquiera conoce? Sus razones tendrá ojalá no sea soberbia, altivez u orgullo.
La
vida es de picos, unos altos y otros bajos, por eso la humildad debe ser nuestra
mejor cualidad, hay que cultivarla, esto es un paseo en el que nos podemos
volver a encontrar a esas personas que hoy ignoramos en otras
condiciones.
Como
ejemplo tenemos a nuestro vecino país, hace unos 35 años aproximadamente se ufanaba
de su poderío, pues tenía una economía
estable basada en el petróleo que poseen. En Venezuela la prosperidad reinaba,
abundaba el empleo, esto lo convirtió en el epicentro de los países vecinos; por
la cercanía muchos colombianos, fueron a allá a ofrecer su mano de obra con la
esperanza de un mejor vivir.
Para
algunos no fue una estadía agradable recibieron humillaciones, maltratos y en
algunos casos su dignidad fue pisoteada por los venezolanos. Pero como da
vueltas la vida; Venezuela en su
transición ideológica y política, se encuentra inmersa en una escasez de
alimentos y oportunidades laborales y sus nacionales han tenido que venir a
Colombia a buscar las cosas mininas vitales para su subsistencia, hoy es el
caso contrario.
Por
eso los colombianos debemos tener un
trato respetuoso y digno para aquellos
hermanos del vecino país que están pasando una situación un poco difícil en sus
vidas, no maltratarlos, ni estigmatizarlos, ya que no podemos olvidar que ellos
también les tendió la mano a muchas familias colombianas que en su momento lo
necesitaron.
Este capítulo nos enseña que los tiempos y
las situaciones cambian, por eso es importante tener siempre un buen trato con todas las personas. Además demuestra que en
Colombia hay gente generosa, amable y servicial y que los buenos somos más!!.
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