miércoles, 16 de mayo de 2018

La Parlanchina


Son las 7 y 45 de la mañana, aún no ha comenzado la jornada laboral pero ya Nilca está al frente del micrófono, (manera jocosa de algún compañero de trabajo para referirse a que ya comenzó a hablar).

Durante casi los últimos 20 años  ha sido el centro de atención por su manera irreverente, sarcástica, grotesca y hasta a veces ofensiva en su forma de expresarse; cuando la escuché por primera vez la asemeje al personaje de esa canción de Aníbal ¨Sensación¨ Velásquez, la vieja Cachiporra “esa que va en el bus y habla más que una cotorra”,   idéntico me dije al saber que habla interminablemente por horas y de todos los temas. Los pasillos o cualquier esquina es el escenario ideal, para aglomerar personas a su alrededor, en donde con cualquier comentario o pique que haga alguno, comienza su faena, “no despierten a la culebra” decía Nevis. 

Cuando las conversaciones se trataban de política, que al parecer era uno de sus fuertes, tildaba a algunos políticos locales de corruptos, bandidos y  delincuentes, calificativos que se escuchaban constantemente, se sulfuraba y exaltaba hasta pareciera que le iba a dar algo por la rabia que cogía, después se calmaba y  se reía. En estas conversaciones tenía sus contradictores y también las personas que están de acuerdo con sus opiniones y denuncias (sin denunciar) vociferadas a los cuatro vientos, aunque algunas eran sin fundamento.

En estos momentos  se encuentra en su etapa de prejubilación, ya algunos están pensando en que por fin vamos a descansar de Nilca y  sus habladurías, no la vamos a volver a ver;  otros le piden que no se vaya, porque hará mucha falta, quién nos alegrará las mañanas?...preguntan otros en tono de lamento.
Como toda persona tiene sus defectos y virtudes, pero ésta cualidad de parlanchina la caracteriza, es su identidad.  Es lo que llamamos una persona del común de “odios y amores”,  odiada por algunos por ese estilo mordaz y fuerte, querida por otros que le conocen el lado bueno y bondadoso de ella y con  quienes comparte jugos, empanadas, hasta bolis, ellos  son sus fervientes admiradores.
Todos somos distintos cada uno con su estilo y personalidad ella es única, especial. Nilca,seguirá hablando de su hermana, su vecina, sus compañeros de trabajo, la política y hasta del carnaval, esa es su esencia nadie la ha de cambiar y por siempre la parlanchina será.

Por: Giovanny Ferrer Castillo
        Colaborador


4 comentarios:

  1. JEJEJE MUY BUENA HISTORIA, YO CONOZCO MUCHAS COMO NILCA, PERSONAJES NECESARIOS EN CADA OFICINA.
    CUANDO VAMOS A PODER LEER ESCRITOS DE LA SRA PATRICIA? FELIZ DIA.

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    1. Jajaja...Agradecida por su lectura y comentario. Muy pronto he de complacerle mi querido Herbin.

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  2. En cada barrio hay como 10 nilca,cámaras ambulantes q utilizan el chisme como parte de su quehacer diario.


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